miércoles, 15 de mayo de 2013

Ejercicio Simple de Sanación



Con el poder que me ha sido otorgado desde mi Cristo Interno, que es la Llama de Dios que flamea dentro de mi corazón, yo le quito poder a cualquier discordia que trate de hostigarme o perturbarme. Yo amo y perdono a todo aquel que trate de hacerme daño de la manera que sea. Me niego a pensar y sentir que tú, siendo al igual que yo un hijo de Dios, albergues crueldad y actúes malintencionadamente. No hay cabida para el mal. Le cierro la puerta a todo lo que no sea igual a la Luz de Dios que nunca falla. A mí sólo me ocupa ver el bien en ti. Yo sólo veo a Dios en ti, yo sólo veo amor. Ningún daño me puedes hacer y tampoco permito que te lo hagas a ti mismo porque Dios está en tu corazón y, únicamente, lo bueno es lo que veo, lo que alojas en tu interior y lo que así quiero ver manifestado ahora, mañana y siempre. Gracias porque ya está cumplido.

Por David Valentín Torres
Madrid, 26/03/13

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